No se porque te quiero
Escena I: Interior -Lugar oscuro- ...
Una habitación oscura, no hay nada más que oscuridad, mas en el centro de ella hay alguien. Una joven adolescente de cabellos cortos tan negros como la misma oscuridad. Su color de piel es de un color intermedio. En uno de sus pies descalzos, en el derecho, lleva puesta una tobillera de plata. Su mirada es confusa, no sabe lo que hace en ese lugar, sus muñecas le pesan, se las frota con las manos para calmar el dolor que parece sentir. Neleya es su nombre, la palabra que describía la alegría para algún extraño idioma, mas su rostro no reflejaba esa emoción.
Pasa el tiempo, su desesperación y tristeza aumentan. De repente ve una luz, una luz débil. Da un paso y otro para alcanzarla, y cuando llega, esta desaparece. Se presenta otra luz, camina, esta vez acelerando un poco su paso y tampoco la alcanza. Aparece una tercera y corre hasta ella pero su esfuerzo es en vano. Regresa a donde se encontraba el principio, se agacha y termina por acostarse en el piso, tomándose las rodillas y cerrando sus ojos.
Escena II: Interior –Sótano- ...
Un sótano sucio, sus paredes son grises y están deterioradas, hay una columna en un costado y un armario de chapa en otro rincón. Contra una pared se encuentra ella, con sus ojos cerrados, durmiendo mientras su cara expresa angustia. Su cuerpo esta lastimado, su rostro rasgado, el vestido blanco lleno de sangre, sus piernas dañadas, también sus brazos y manos.
Abre de repente sus ojos de par en par, se queja y hace muecas de dolor por sus muñecas, las mira y se encadenada a la pared, había vuelto a la realidad. Sus ojos brillan cristalinos, su rostro refleja su tristeza extraña.
Se escucha un ruido de pasos, alguien baja la escalera. Los pies del individuo descienden el ultimo peldaño, tocan el piso y comienza a acercarse a ella. La expresión de Neleya cambia, ahora sonríe, el esta de nuevo con ella.
Los cabellos rubios revueltos del hombre tapan sus ojos, este se quita el cigarrillo de la boca y lo acerca hasta dejar marcada la mano de la joven. La sonrisa de Neleya se desvanece, regresa el dolor. El la mira por un instante a los ojos y esos dos ojos celestes como el cielo la atrapan. Cae en un recuerdo.
Escena III: Interior –Pasillo- Día.
Flash back
La puerta es blanca, la pintura clara de la pared se esta descascarando y los pisos ruegan porque les pasen un trapo. El hombre espera frente a la puerta impaciente. Golpea su pie contra el piso mientras revisa un mazo de cartas de Poker. El teléfono suena, se escucha por toda la casa. El hombre duda en ir a atenderlo y se queda unos segundos mirando la puerta. Decide atender, arroja sobre las cartas sobre una mesa y cae boca abajo una delante de la puerta. Él corre por el pasillo y desaparece tras bajar las escaleras.
La puerta de abre de a poco, los cabellos oscuros de la joven se asoman. Comienza a salir de con cuidado del baño en el que se encuentra, mira a los costados buscando al hombre, mira al suelo y ve la carta. La toma, la mira y la guarda con recelo. Levanta la mirada y se percata de una ventana abierta. Se acerca cuidadosamente, pero a la vez con velocidad. Mira para abajo. Un piso. Lo piensa unos segundos y lo decide. Pasa una pierna por la ventana y esta preparada para pasar la otra. De repente siente a alguien cerca de ella, gira su cabeza y lo ve a él. El la mira, Neleya corre su vista a la ventana y la regresa a él. Inmediatamente vuelve a entrar a la casa y camina a paso vivaz hasta abrazar al hombre.
Flash Back End
Escena IV: Interior –Sótano- ...
Otra vez sola y encadenada. El sótano esta lleno de cajas marrones con polvo. El hombre rubio baja la escalera con otra caja y la apoya sobre otra más grande. Mira de reojo a la muchacha, ella se percata de eso y le lanza una sonrisa. El la mira sin entenderla y sigue con sus cosas. Vuelve a bajar, esta vez con una sabana y cubre las cajas con ella. Neleya intenta decir algo, pero sus palabras no se escuchan. El se va, pero se detiene unos segundos a ver a la chica. Se acerca a ella y golpea su mejilla, patea su estomago, retuerce su cuello. La suelta, el rostro de Neleya no demuestra dolor alguno. El la mira esta vez con odio, se da media vuelta y se va. La joven lo ve partir y las lágrimas comienzan a invadir su rostro.
“Se fue, se fue.”
Repite sin cesar mientras llora con gran dolor.
Escena V: Interior –Sótano- ...
Apoyada contra la pared, sus ojos están cerrados, cansados de tanto llorar. El desciende la escalera, esta vez tiene puestos un par de zapatillas, unos jeans, una remera y un pulóver que le hace juego con sus ojos. Dejó atrás las botas, el pantalón de vestir y el saco. Se acerca a Neleya a paso lento, ella no se da cuenta de su presencia hasta que el se arrodilla ante ella. La muchacha abre los ojos y los ve, otra vez la atrapan sus ojos celestes, aún más cuando choca su frente con la de ella. El hombre coloca las manos en sus bolsillos y saca un manojo de llaves doradas con una plateada. Toma la de plata y suelta las muñecas de la joven. Ella se las acaricia y las mueve con libertad, lo mira sin entenderlo. El dibuja una media sonrisa en su rostro, la sonrisa de ella es completa.
El sonido de la puerta bruscamente abierta resuena en todo el sótano. El hombre rubio gira su cabeza para ver quien es el intruso, en su cara se ve preocupación y miedo. Vuelve su rostro para mirar a Neleya, ella mira fijamente los pies del individuo que baja las escaleras rápidamente. El hombre, de cabellos negros y ojos color miel, que acaba de entrar, saca un arma y apunta al rubio, con su mano libre hace señas a la muchacha para que vaya con el.
La muchacha se levanta con cuidado y lentitud del suelo, el rubio le sostiene una mano y la mira levantarse. El recién llegado repite las señas con su mano libre, ella observa con detenimiento el rostro de angustia de su captor, luego dirige su mirada al morocho. Vuelve a mirar al hombre que se encuentra arrodillado, le acaricia el rostro, le suelta la mano y corre a donde estaba el hombre de ojos color miel. El chico la abraza con su mano libre, besa su frente y la guía para que salga de ahí, el la sigue, suben las escaleras y se escucha un nuevo portazo.
El hombre rubio se tira en el piso, esta triste, furioso, angustiado. Las luces se van apagando, y de a poco queda solo inmerso en una gran oscuridad.
Este lo escribi este año en la escuela de arte, y me encanta! Espero tambien sea de su agrado ;D
Tema: Mi Guion 
Jue Ene 15, 2009 12:46 pm